Las personas que viven con enfermedades crónicas avanzadas y con un pronóstico de vida limitado atraviesan un tiempo difícil. A veces, ese tiempo es triste, incierto y puede ser devastador. No solo por el dolor físico, sino por la carga emocional, el miedo, las preguntas sin respuesta y la sensación de pérdida anticipada. Pero en medio de ese escenario, existe una forma de acompañar con humanidad a través de los cuidados paliativos.

Y es que cuando la medicina ya no tiene cura que ofrecer, aún puede brindar consuelo, escucha y alivio. Esa es la misión de los profesionales que se forman en el área de los cuidados paliativos. Y ahora, Ecuador cuenta con una nueva generación de especialistas. La Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) celebró la graduación de su primera cohorte en la Especialidad de Cuidados Paliativos, marcando un hito en la formación médica integral del país.

Foto: primera cohorte de la Especialidad de Cuidados Paliativos

“Ser parte de la primera generación de especialistas en cuidados paliativos es una experiencia profundamente humana y transformadora. Se siente bien, se siente correcto. Es gratificante saber que hemos elegido una carrera que pone al ser humano en el centro”, mencionó Maritza Cali, egresada de la Especialidad de Cuidados Paliativos.

“Los especialistas en cuidados paliativos brindan una atención que no solo alivia el dolor físico. Sino también, el sufrimiento emocional, social y espiritual de pacientes y sus familias”, agrega Ximena Pozo, coordinadora del posgrado de Cuidados Paliativos en la PUCE.

Esta especialidad se apoya en el instrumento NECPAL, desarrollado por el Instituto Catalán de Oncología y adoptado por el Ministerio de Salud Pública. Esta herramienta permite identificar a pacientes que requieren este tipo de atención, idealmente desde los últimos tres años de vida. Sin embargo, como lamenta Ximena, muchas veces se llega demasiado tarde. “Nos llaman en la mañana y el paciente fallece en la tarde, no debería ser así”.

Uno de los pilares de los cuidados paliativos en la PUCE es el concepto de dolor total, que reconoce que el sufrimiento va más allá del cuerpo.

El abordaje paliativo incluye a médicos, psicólogos, enfermeros y trabajadores sociales, todos con una formación específica para acompañar con compasión y dignidad.

La PUCE es una de las pocas instituciones del país que ha apostado por esta formación desde el pregrado. Desde 2005 ofrece una cátedra de cuidados paliativos en Medicina. Primero como optativa y desde 2020, como parte del pensum obligatorio en la Facultad de Salud y Bienestar.

“Formar especialistas en esta área es transformar la manera en la que despedimos la vida. No se trata solo de medicina, sino de humanidad”, afirma Ximena, quien también es médica de familia y lleva años impulsando esta visión integral del cuidado. “Lo que más me emociona es saber que hoy más personas podrán acompañar bien, acompañar mejor”.

Con esta primera cohorte de graduados, la PUCE reafirma su compromiso con una medicina que no solo cura, sino que también cuida, escucha y abraza hasta el final.

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